20 —Tráiganme una vasija nueva y échenle sal —ordenó Eliseo.

Cuando se la entregaron, 21 Eliseo fue al manantial y al arrojar allí la sal, exclamó:

—Así dice el Señor: “¡Yo purifico esta agua para que nunca más cause muerte ni esterilidad!”.

22 A partir de ese momento y hasta el día de hoy, el agua quedó purificada según la palabra de Eliseo.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends